La energía que se percibe al vivir entre árboles, cerros y ríos, es pura magia.
Cuentan que hace años, antes que
la modernidad se hiciera presente en estas tierras, la convivencia del hombre
con el entorno era bien exigente y respetuosa.
Aún se aprecian plantas y árboles
nativos, conviviendo en perfecta armonía en el bello paisaje selvático del Sur
de Chile, donde crecen poblados y comunidades.
Estas características hacen de la
región de Los Ríos un santuario natural, a pesar de los drásticos e invasivos
cambios que exige el desarrollo y la modernidad.