Este viernes iniciamos el recorrido en busca de algún ángulo que nos revelase una perspectiva distinta de toda esa belleza que rodea la hermosa Isla Teja, en la ciudad de Valdivia, en el Sur de Chile. Tantas veces rebasando el lugar desde la comodidad de un auto o de buses, jamás imaginé que precisamente custodiado por enormes y legendarios árboles se encontraba lo que buscaba.
En este asunto de la exploración, nada es tan fácil como parece, bien porque no consigues la referencia verídica o simplemente porque tienes que descubrirlo con tus propios esfuerzos. Así que salí en búsqueda de conocer la singular puerta.
Apenas crucé saludos con un cordial lugareño en traje de overol, me enteré de que esta vez me había traicionado la intuición, pero el entusiasmo que provocaba la bella mañana que estaba viviendo, me convidó hacer estos registro que comparto con ustedes, como antesala de los que estaba por revelarse ante mí cámara. (continuará)
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