A media mañana, el hostil y húmedo clima fue cediendo. Despejado el humedal, aprovechamos y nos trasladamos al vecino sector de Las Gaviotas.
Aunque desde aquí no se avistan
los bellos cisnes de cuello negro, el pintoresco lugar motivaba mi entusiasmo
por captar estas imágenes, como cierre de este recorrido por aguas del río
Angachilla, a la salida Sur de Valdivia.
La singular belleza de este paisaje me sugirió
imaginar los típicos colores del breve verano en la región, hecho que reafirmó
mis deseos de regresar a documentarlo en su próxima temporada estival.
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